El Aston Martin DB5 es más que un clásico: un ícono del cine y la ingeniería británica inmortalizado por James Bond. Conoce su historia y legado.

El nacimiento de un mito británico
El Aston Martin DB5 no es solo un automóvil clásico, sino un ícono que marcó un antes y un después en la cultura automotriz y cinematográfica. Desde su debut en el Salón del Automóvil de Frankfurt en 1963, este modelo encarnó el lujo, la elegancia y la ingeniería británica más refinada. Su producción en la planta de Newport Pagnell, Inglaterra, sentó las bases de un legado que se mantiene intacto seis décadas después.

Bajo su capó, se encontraba un motor de 6 cilindros en línea de 4.0 litros capaz de desarrollar 282 caballos de potencia y alcanzar más de 230 km/h, cifras que en su época lo situaban como un deportivo de élite.

Más allá de su desempeño, su diseño creado por la firma italiana Carrozzeria Touring Superleggera aportaba líneas suaves, proporciones equilibradas y un aire sofisticado que lo transformaron en un coupé atemporal.
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El salto a la fama en «Goldfinger»
Aunque el Aston Martin DB5 ya era un automóvil exclusivo para un público selecto, su salto a la fama mundial llegó en 1964 gracias al cine. En la película Goldfinger, la tercera entrega de James Bond protagonizada por Sean Connery, el agente 007 recibió un DB5 modificado con artilugios dignos de la ficción: ametralladoras ocultas, matrícula giratoria, asiento eyectable y un arsenal de gadgets diseñados por el mítico “Q Branch”.

La aparición del Aston Martin DB5 fue tan memorable que se convirtió en un personaje más dentro de la saga de Bond. Desde entonces, ha estado presente en múltiples películas: Thunderball (1965), GoldenEye (1995), Casino Royale (2006), Skyfall (2012), Spectre (2015) y No Time To Die (2021).

Con cada aparición, su estatus como leyenda del cine y del automovilismo se fortaleció, consolidándose como “el auto de James Bond” y, para muchos, el más famoso del mundo.
Producción limitada y codiciado por coleccionistas
El Aston Martin DB5 fue producido en números muy reducidos, lo que aumentó su exclusividad y atractivo. Entre 1963 y 1965 salieron de fábrica apenas 1.059 unidades, cifra que hoy lo convierte en una joya codiciada por coleccionistas y casas de subastas.

El valor de este modelo ha alcanzado cifras récord en el mercado. En 2019, uno de los ejemplares modificados con especificaciones idénticas a las de Goldfinger fue subastado por más de 6 millones de dólares. Para los amantes de la automoción y del cine, tener un Aston Martin DB5 en el garaje es contar con un pedazo de historia viva.
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Un auto lleno de curiosidades
La historia del Aston Martin DB5 está rodeada de anécdotas y curiosidades que refuerzan su carácter único. La primera es que no estaba destinado a ser el carro de James Bond: los productores de Goldfinger consideraron inicialmente un Jaguar E-Type, pero Aston Martin aceptó la propuesta y el resto es historia.

El ejemplar utilizado en la película llevaba modificaciones reales diseñadas junto a los técnicos del film, lo que dio mayor realismo a las escenas. Décadas más tarde, en 2020, Aston Martin lanzó una serie limitada llamada DB5 Goldfinger Continuation. Solo se fabricaron 25 unidades con gadgets inspirados en la película, aunque inofensivos, y con un precio superior a los 3 millones de dólares cada uno.

El Aston Martin DB5 trascendió incluso la pantalla grande. Su silueta ha sido inmortalizada en juguetes, maquetas, videojuegos y sets de LEGO, convirtiéndose en uno de los autos más reproducidos en la cultura popular. Pocos automóviles pueden presumir de haber cruzado tantas generaciones con la misma fuerza icónica.

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El legado del Aston Martin DB5
En un mundo automotriz cada vez más dominado por la electrificación, el software y la conectividad, el DB5 se mantiene como símbolo de otra era. Representa la elegancia mecánica, el diseño artesanal y el sonido puro de un motor clásico. Su legado no solo está en las carreteras o en los salones de coleccionistas, sino también en la memoria colectiva de millones de personas que lo vieron rugir junto a James Bond.

El Aston Martin DB5 no es únicamente el “auto de 007”. Es un mito sobre ruedas, una obra maestra del diseño y la ingeniería que trascendió la industria para convertirse en parte de la cultura global. Se le recuerda como un hito en el automovilismo británico, pero sobre todo, como el auto más famoso del cine y de la historia moderna.
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