El BMW 330e indudablemente es uno de los mejores híbridos enchufables no sólo de la firma bávara sino del mundo. Su aspecto exterior sobrio, interior refinado y un tren motriz eficiente, todo esto sin perder la deportividad característica de la marca, son las cartas de presentación de este sedán compacto alemán.
BMW 330e: Antecedentes
Aunque ya lleva tiempo por ahí, el 330e recibió ligeros retoques merced de la actualización de la Serie 3 y esta fue la unidad que tuvimos la oportunidad de probar. Aunque BMW apuesta fuerte por su gama 100% eléctrica, sabe que no todo el mundo está convencido de meterse de cabeza en un EV. Este vehículo es la propuesta para quienes buscan ese rendimiento, pero no quieren depender exclusivamente de nuestra aún escasa red de carga para moverse.
BMW 330e: Diseño exterior
Al BMW 330e hay que mirarlo con detenimiento para encontrar diferencias con respecto al modelo anterior. En el frente luce la característica parrilla de doble riñón con marco en aluminio satinado. Esta se modificó ligeramente para acomodar los nuevos faros delanteros con luz de giro más delgados.
A su vez, el parachoques delantero es más limpio con menos pliegues. Mismo tratamiento que recibió el parachoques trasero que integra un difusor en negro brillante y dos salidas de escape. Los faros en forma de ‘L’ también son en tecnología LED. Mantiene los espejos retrovisores con luz direccional integrada.
De costado muestra la silueta identitaria de BMW, pero tiene elementos específicos como los rines de aleación ligera de 19 pulgadas negros con radios en V y la tapa del enchufe para la electricidad con la inscripción «electrified by i», ubicada sobre el guardabarro delantero.
Aunque se dice compacto, es un vehículo que mide 4,7 metros de largo. Por la disposición de las baterías el volumen del baúl queda en 375 litros.
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BMW 330e: Puertas para adentro
El habitáculo del BMW 330e es todo lo que uno espera de un vehículo de su segmento. Aquí sobresale su excelente calidad de materiales suaves al tacto y acabados. Los asientos, de ajuste eléctrico y con memoria para el conductor, son forrados en cuero al igual que el volante multifunción.
Un par de detalles que cambiaron al interior fueron las salidas de aire de la consola central, que ahora tienen un diseño más delgado, y la palanca que da paso a un pequeño selector para operar los cambios.
El resto del equipamiento lo componen el BMW Live Cockpit compuesto por un display curvo que integra el cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas y una pantalla de alta resolución de 14,9 para el sistema de infoentretenimiento. Este cuenta con conexión por Apple CarPlay inalámbrico. Menos efectivo resultó Android Auto al que hubo que conectarse por medio de un cable USB.
El 330e también dispone de climatización automática de tres zonas, techo de cristal eléctrico, iluminación ambiental y sensor de luz y lluvia.
Por lo demás el espacio en ambas filas de asientos es amplio. Aunque en la configuración sienta 5 pasajeros, las plazas son absolutamente cómodas si viajan dos personas. Además cuentan con puertos USB.
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Motorización
Al BMW 330e lo anima un tren motriz que integra un motor 4 cilindros turbocargado de 2.0 litros que eroga 184 HP y 300 Nm, y un impulsor eléctrico de 111 HP y 265 Nm. Este último se alimenta de una batería de 12 kWh. Combinados entregan 292 caballos de potencia y 420 Nm de torque.
Se acoplan a una transmisión Steptronic automática de ocho relaciones con levas en el volante, lo que le permite alcanzar una velocidad máxima de 230 Km/h. Acelera de 0 a 100 Km/h en 5.8 segundos.
Modos de manejo
Por su capacidad, la batería brinda un rango de 56 Km rodando solamente con energía eléctrica lo que por temas de eficiencia es ideal para trayectos cortos en el día a día. Otro elemento a destacar es la función de Battery Hold que le permite guardarse un porcentaje de la carga. El 330e cuenta con tres modos de manejo: Sport, Hybrid y Electric.
En el modo Hybrid es donde este sedán saca bastante provecho de su configuración motriz. En esta, el auto regula el funcionamiento de ambos motores para hacerlo más eficiente en términos de rendimiento. A esto se suma la regeneración energética por medio del frenado, aunque en esto último esperábamos que aportara más.
Hablando de comportamiento dinámico, la aceleración es progresiva, sin sobresaltos y cuando se le requiere, se siente el torque del motor eléctrico desde que uno pisa el acelerador. El escalonamiento de los cambios es bueno y su manejo sobre todo en la ciudad fue excepcionalmente suave, con una suspensión que se siente menos rígida.
Otro aspecto a destacar fue el frenado. El tacto del pedal y la respuesta de los frenos brindan esa sensación de seguridad que es tan importante cuando uno está al volante y sabe que tiene un vehículo que lo protege en toda circunstancia.
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Seguridad
Justamente hablando de seguridad el BMW 330e cuenta con 8 airbags, cinturones de 3 puntos, control crucero con función de frenado, control dinámico de estabilidad y tracción, y frenos de disco (ventilados adelante y atrás) con sistema antibloqueo (ABS).
En cuanto a asistencias a la conducción cuenta con cámara de visión trasera con guías dinámicas, sensores de parqueo delanteros y traseros, asistente automático de parqueo, asistente de reversa y Active Park Distance Control.
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Nuestro balance
El BMW 330e es una alternativa a tener en cuenta por quienes buscan un auto del segmento Premium con amplio espacio interior -eleva al máximo el placer de conducir para quien lo está manejando (ajuste del volante y el asiento); y para los pasajeros con atributos eléctricos para acomodar el asiento del copiloto en altura y ángulo de inclinación.
De igual manera, la textura de los materiales en las plazas delanteras y posteriores de este sedán deportivo, además de confortables, son elegantes y propias de este tipo de modelos de la casa de Baviera.
Como si esto fuera poco, el BMW 330e ofrece gran potencia, pero sobre todo, mucha eficiencia en el consumo de combustible, – Haciendo énfasis en que va a usar el vehículo a diario y en trayectos cortos-.
Cierto es que será necesario recargar las baterías ya sea en su casa o en algún punto de la red pública (toma unas 5 horas llevarla al 100% en un enchufe normal), pero ante la posibilidad de andar en modo totalmente eléctrico, deja el consumo de gasolina (extra) casi nulo.
Crédito fotos: David Sánchez.